mércores, 3 de xaneiro de 2018

Abrir una ventana


'Sueños y Pan’, es el título del nuevo trabajo musical de Xoel López, mientras que ‘Bailarás cometas bajo el mar’ es el primer poemario que el creador coruñés publica para comenzar de esta manera el nuevo año a partir de una efervescente actividad y que, a la vista de lo aquí escuchado y leído, vislumbra un año repleto de aplausos.
Esta manera de entrar en la década de los cuarenta visibiliza un momento de madurez, un estado de esos que se dicen de gracia a la hora de enfrentarse a la creación. Si hablamos de ‘Sueños y pan’, sus diez canciones son fantásticas, cada una con sus matices, pero deslizándose por diferentes emociones que balizan la trayectoria vital de su creador. Letras y músicas que enseguida te seducen y que en muchos casos te obligan a escuchar temas como ‘Insomnio’, ‘Madrid’, ‘Serpes’, ‘Lodos’ o ‘Durme’ de una manera casi enfermiza. Sí, han leído bien, dos títulos en gallego, dos maravillosas canciones que plantan a Xoel López en dos territorios íntimos, el de la memoria y la fisicidad de su paisaje natal; y el de los sentimientos tras ser padre, ambas escritas desde el valor y el orgullo de cantarlas en gallego en un disco que llegará a muchos rincones y la comprobación de cómo esta lengua tiene cabida también a la hora de plantear temas de éxito en la trayectoria de un cantante de primer nivel.
‘Bailarás cometas bajo el mar’ es el hatillo de poemas que ha publicado la editorial Espasa dentro de esta ebullición poética de muchos de los cantantes del panorama nacional. Una ebullición de la que uno no es muy partidario, ya que la seriedad de la poesía debería conducirse por otras experiencias y hago mías las palabras de un buen amigo de Xoel López, Iván Ferreiro, quien, en Pontevedra, en la presentación del libro recientemente escrito por Arancha Moreno sobre su obra, también dudó públicamente de esta faceta de muchos de sus colegas.
Pero este poemario de Xoel López tiene cosas, tiene un pellizco que te seduce en muchos momentos y reconoces esa dimensión de la poesía que es la que se pretende en la emoción de la palabra. En la poesía las palabras deben pesar, deben tener tras ellas una carga que a veces no llegas a comprender pero que te emociona. La mayoría de los cantantes metidos ahora a poetas presentan una levedad en sus escritos que poco o nada tiene que ver con esto, y sí más con alguna letra de canción de poco fuste o un estribillo con forma de tweet de medianoche. Pero cuando buceas entre estas cometas te encuentras con esto: «Cuando no quieren salir las palabras,/me limito a mirar por la ventana/y ver las otras ventanas/y las ventanas dentro de las ventanas/y dentro de mí, aún más ventanas./A veces, cuando no/quieren salir las palabras,/sólo tienes que abrir una ventana». Y es esa necesidad de abrir una ventana mediante la poesía la que te seduce en este poemario, seguramente lleno de dudas y de miedos, a cargo de quien no necesita de estos pantanos para ganarse a un público fiel a él desde su música como pocos autores. Pero ese deseo de voltear las palabras de sacarlas de una canción y ponerlas sobre papel merece más de un aplauso. Así que, junto a su «sueño de ciervos y lobos blancos» o a «cando as anduriñas bailen cos morcegos», que brotan de sus nuevas canciones, tenemos el vértigo de la poesía como una ventana más desde la que Xoel López se asoma a la vida, precisamente allí donde: «No hay espacio para la poesía,/pero está en todo y todo lo alcanza».


Publicado en Diario de Pontevedra/El Progreso de Lugo 3/01/2018
Fotografía: Jessyca Ocampo

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