martes, 29 de abril de 2014

La oscuridad al acecho



Encontrar dentro del desconocimiento, encender una luz donde solo hay oscuridad, así es como se queda uno tras leer este libro del portugués António Patrício (Porto, 1878- Macao, 1930). Cinco relatos que nos alumbran la figura de un escritor y diplomático, que llegó a ser cónsul en A Coruña, desconocido a este lado de la península y que nos revelan una escritura impactante, llena de riquezas, de sutilezas, de elementos simbólicos y también de lecciones sobre la vida y la conducta del hombre.
En la línea de creadores como Edgar Allan Poe o Guy de Maupassant, António Patrício hace de estos relatos un espacio para la creación y la reflexión desde el género fantástico, una increíble incursión hacia el alma humana inscrita en el siempre metafórico territorio de la noche. La nocturnidad como el envés del ser humano, ese lugar iluminado por la luna en el que el hombre se redescubre a sí mismo a través de estas cinco narraciones diferentes en cuanto a sus argumentos pero en los que ese fino haz de luz que la luna proyecta sobre todos ellos los enhebra como un diario del desasosiego. Una fácil licencia pessoana que me viene de perlas ya que Fernando Pessoa fue uno de los grandes reivindicadores de su figura, llegando a afirmar de este libro que es «uno de los más perfectos libros de cuentos que se han escrito en Portugal». Yo, si me lo permiten, abriría el marco geográfico y lo instalaría junto a otros grandes narradores, algunos ya citados anteriormente pero también al lado de otro gran maestro del género como Henry James. António Patrício añade a ese sentido propio del género escogido un simbolismo muy del Portugal de principios del siglo XX, un decadentismo que dejó huella en numerosos autores que centraron en el ser humano una desazón existencial que les llevó a teñir de amargura mucho de lo escrito.
En estos relatos vemos como una serie de personajes y hasta un águila hacen de sus conductas y reflexiones todo un tratado sobre el ser humano y su errática presencia en este mundo lleno de cosas bellas, como la naturaleza o el arte, pero que él mismo se encarga de enrarecer con sus vicios y defectos. Lo más sugerente es cómo sus protagonistas son seres reales, integrantes de una sociedad que no les facilita su realización plena acosándoles y orillándolos en la noche a la búsqueda de un universo libertario que les permita reconocerse y lograr aquello que han deseado pero que el destino se ha empeñado en negarles.
Bienvenida esta nueva editorial Ardicia, por ofrecernos un regalo más en su breve pero intenso catálogo en forma de recuperación de autores poco conocidos, o de obras que no han tenido demasiada fortuna pero que, a la vista está, poseen una calidad que las convertirá en referentes literarios.


Publicado en Diario de Pontevedra y El Progreso de Lugo 27/04/2014

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