mércores, 6 de marzo de 2013

'El Paraíso' ya está abierto


Acceder al Museo Thyssen de Madrid tiene ya un nuevo aliciente, como es el encontrarse el recién restaurado ‘El Paraíso’ de Tintoretto con toda su gloria pictórica sobre nuestras cabezas.



Pocas piezas impresionan tanto al recorrer un museo como los monumentales lienzos de Tintoretto. Monumentalidad que no solo viene dada por su tamaño (en este caso 164x492 cm.) sino por la extraordinaria calidad de una pintura que representa como pocas el tránsito del mundo renacentista al Barroco, desde la óptica de la particular efervescencia creativa de aquella Venecia de finales del siglo XVI.
En este hijo de tintoreros venecianos la coralidad de sus personajes, sumergidos en esos amplios espacios, contrasta con un realismo y una introspección psicológica nada habitual en ese momento, que llegó, con el tiempo, a interesar a pintores como Manet, que rastreaba así la modernidad trescientos años de haber sido presuntamente inventada.
Todo esto lo podemos reconocer en el recién restaurado ‘El Paraíso’ (c, 1583) que ya pende de la pared de un espacio singular, como es el hall de acceso al Museo Thyssen. Allí nos recibe alborozado y en el mismo lugar en el que en los últimos meses se podía convivir con él a solo unos centímetros, ello debido a que los últimos pasos de un proceso de restauración que duró dos años se vivieron a pie de suelo, en una amplia vitrina ante la que los visitantes que hacían cola (largas esperas se lo aseguro) para acceder a las exposiciones temporales o a la colección permanente, podían presenciar esa etapa final centrada en corregir faltas o retirar repintes.
Y todo para finalmente abrir las puertas a uno de los mejores Paraísos de la Historia del Arte, un exultante canto a la gloria a partir del color, ¡de qué otra manera iba a ser tratándose de un pintor veneciano! y con una escenografía que parece absorbernos hacia el interior de ese lienzo gracias al movimiento de unas figuras plenas de volumetría que semejan danzar al son marcado por otro Paraíso, el de Dante, para dejarnos, entre ambos, boquiabiertos.

Publicado en Diario de Pontevedra 6/03/2013

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