venres, 7 de setembro de 2012

Príncipes y princesas



TIENE ALGO DE CUENTO el partido de la Selección Española en Pasarón. No solo a la vista de los niños que alucinarán ante sus ídolos, sino por todo lo que arrastra la presencia de los internacionales en un escenario también de leyenda. A buen seguro la mayoría de los jugadores desconocerán lo que ese terreno significa, y a lo mejor han tenido que ser sus padres los que han desempolvado el álbum de recuerdos para buscar el estadio de Pasarón en su encrucijada sentimental y contarle así a sus hijos hasta donde han ido a dar balonazos y el por qué de venir a este recóndito recuncho de la península. Imprescindibles también habrán sido las sesiones de cuentacuentos del doctor Cota que habrá aleccionado a los de la ‘Roja’ con la épica de Cholo, Batalla, Neme, Calleja, Martín Esperanza y compañía, y les dirá cómo bramaba este campo cuando el Real Madrid hincaba sus hinojos en el lodo de la derrota. Y antes del colorín colorado habrá tiempo para presentarles a Héctor Rial, a Rulo y a la señora Lola. Todo un mundo que empezaba y terminaba donde dos tibias cruzadas marcaban el territorio del sufrimiento. El ‘Hai que Roelo’ entendido como una imborrable identidad.
Mitos que son ya príncipes destronados por un tiempo que ha ido ajando fotos y esparciendo cenizas sobre los céspedes y la memoria. Ahora, esta Selección triunfante, nos habla de los nuevos príncipes, príncipes felices mientras la princesa está triste en la almena de su lúgubre castillo, ¿Qué le pasa a la princesa? La realeza del fútbol cabalgará en Pasarón sobre sus corceles dejando un rastro de pétalos de rosa sobre el que mimar el balón. Y príncipes son precisamente lo que desde Asturias se ha decidido que sean dos de esas estrellas: Iker Casillas y Xavi Hernández a los que se les ha concedido el Príncipe de Asturias del Deporte gracias a la propuesta realizada por el Presidente de la FIFA Joseph Blatter, que por tener una idea tras catorce años en el cargo también se merecía algún tipo de galardón, aunque la ocurrencia sea tan peregrina como ésta que deja el deporte a un lado para premiar el buenrollismo, un baremo por el que también se le podría conceder el Premio Príncipe de Asturias de las Letras a Xabi Alonso como fiel lector de los libros de Manuel Jabois.
Al campo saltarán tras pasar ante la foto en blanco y negro de aquellos que fueron nuestros príncipes, dibujando la metáfora de un nuevo fútbol y hasta de una nueva vida. Caballeros en la cruzada del reconocimiento de una sociedad que les jalea tanto por sus éxitos como por sus actitudes, acompañados por un resplandeciente Corazón de Léon, el gran maestro de ceremonias, un Vicente del Bosque que sí sabe donde pondrán hoy los pies, ajenos a los lamentos de la princesa que sigue llorando. ¿Qué le pasa a la princesa?


Publicado en Diario de Pontevedra 7/09/2012
Fotografía Rafa Fariña

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